La FTC demanda a Microsoft por incremento en precios de Game Pass

En el mundo de los videojuegos, los PC siempre han tenido una ventaja sobre las consolas debido a los precios más bajos de los juegos, gracias a los frecuentes descuentos en plataformas como Steam y Epic Games Store. Sin embargo, para quienes buscan una opción aún más económica, Game Pass de Microsoft ha sido una solución ideal. Recientemente, Microsoft incrementó los precios de Game Pass, lo que llevó a la Comisión Federal de Comercio (FTC) de EE.UU. a presentar una demanda contra la empresa.

El proceso de compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft duró más de un año, enfrentando la oposición de reguladores en varios países. Las preocupaciones giraban en torno a que Microsoft podría dominar el mercado y emplear tácticas para eliminar a sus competidores, obteniendo así mayores beneficios. Finalmente, tras múltiples negociaciones y compromisos, Microsoft logró adquirir Activision Blizzard.

No mucho después de esta adquisición, Microsoft despidió a miles de empleados de Blizzard y comenzaron a surgir rumores sobre un futuro incierto para las consolas Xbox. Aunque se especuló sobre el cese de la producción de Xbox, la realidad es que habrá cambios, incluyendo la posibilidad de nuevos modelos, como una versión portátil. Además, se anunciaron modificaciones en Game Pass, culminando en la eliminación de Xbox Game Pass y un aumento de precios para las suscripciones restantes.

Esta subida de precios no fue bien recibida por la FTC, uno de los principales opositores a la fusión de Microsoft con Activision Blizzard. El organismo regulador presentó una demanda alegando que este tipo de conductas eran precisamente lo que intentaban evitar al bloquear inicialmente la adquisición. Según la FTC, los usuarios que deseen acceder a los juegos desde el primer día con Game Pass Ultimate deberán pagar un 81% más.

Tom Warren compartió en X el documento de la FTC, que acusa a Microsoft de degradar el producto al reemplazar Xbox Game Pass con Xbox Game Pass Standard, y menciona que los usuarios tendrán que pagar un 36% más por la versión Standard en comparación con el antiguo Xbox Game Pass. Estos incrementos, junto con la reducción en la calidad del servicio y las menores inversiones por parte de Microsoft, son vistas como prácticas de una empresa que domina el mercado tras la fusión, sin competencia que la desafíe.